BCCCAP00000000000000000000808

Su Reino, que es la Iglesia, está en el mundo para servicio de los hombres. Ha brotado del costado redentor en la cruz. Sus sa– cramentos son "salvación" para los hombres. Por ello no podemos culpar a Dios si nosotros nos perdemos. Es lo fácil, lo infantil, lo irresponsable, decir: "El tiene la culpa". Pues podemos preguntar: ¿Ha podido hacer más de lo que ha he– cho? Ha muerto en la cruz por nosotros. Ha dado toda su sangre. Ha dado sus poderes a los sacerdotes. Ha dado eficacia perdonado– ra y salvadora a sus sacramentos. En el orden práctico nosotros tenemos una enorme responsa– bilidad si no queremos recibir los sacramentos de la salvación. Es importante tomar conciencia de que esos sacramentos: la confe– sión y la unción de los enfermos, se deben recibir con plena con– ciencia. Un agonizante apenas si puede nada, apenas si puede hacer un acto de perfecta contrición. No tiene ni humor ni energías. No se puede esperar al final para recibir lo que se puede reci– bir antes y ser la gran tabla de salvación para tantas almas. Precisamente después del Concilio ha quedado bien claro que la Unción de los Enfermos -sacramento al que ha perjudicado el nombre que le dábamos de Extremaunción- se puede recibir en cualquier enfermedad grave. Si hay una ligera mejoría y luego se agrava el enfermo, se puede repetir. No podemos pensar que es como una facturación para el otro mundo. A veces se ha dicho eso. Y la culpa no es del sacramento, ni del sacerdote que lo administra, sino nuestra, que esperábamos al final de todo para llamar al sacerdote. Con sacramento o sin él, se iba a morir. Pretender el milagro mágico es tentar a Dios. Lo peor es que condenamos al enfermo a morir sin uno de los sacramentos básicos para su paso hacia la eternidad. La gracia de este sacramento va, ante todo, al alma. La purifica, la serena, la tranquiliza y la prepara para presentarse ante el Señor. Pero todo ese bálsamo divino actúa sobre el cuerpo -no en vano están íntima– mente unidos alma y cuerpo- y lo pone en trance de curación. -617-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz