BCCCAP00000000000000000000808
A P A R I C I O N E S: "Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron diciendo: -Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se Jo dio. A ellos se les abrieron los o¡os y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: -¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que es– taban diciendo: -Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y có– mo lo habían reconocido al partir el pan". ( Le 24, 28-35. -¿Usted cree en las apariciones? -¿Las apariciones? -Sí. -Me lo pregunta así tan de sopetón. Hablan tanto de que si la Vir- gen se ha aparecido aquí, allí. .. -No se trata de eso. Eso ni lo creo ni lo dejo de creer. Creo en la Virgen y me basta. Y sin em– bargo creo en las apariciones. Esas de las que nos habla el Evan– gelio. Esas de Cristo, de las cuales el pequeño párrafo evangélico de hoy nos cuenta nada menos que dos. En esas sí, con toda la se– guridad, creo. Las otras ... Ni son de fe, ni nada que se le parez– can. Más bien no creo. Cristo dijo: "Por el fruto conoceréis el ár– bol". Y ya vemos los frutos de algunas de esas pretendidas apari– ciones. Pero es importante fijarse en la finalidad de Cristo al ir apare– ciéndose a diversos grupos de discípulos para confirmarles y con– fortarles en la fe de su resurrección. En este caso concreto con la "fracción del pan". -608-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz