BCCCAP00000000000000000000808

LOS PREDILECTOS DE DIOS "Agradó a Dios, y Dios Jo amó, vivía entre pecadores, y Dios se Jo llevó; Jo arrebató, para que la malicia no pervirtiera su conciencia, para que la perfidia no sedujera su alma. La fasci– nación del vicio oscurece lo bueno, el vértigo de la pasión pervierte una mente sin malicia". ( Sab 4, 10-12). Os quiero contar la muerte de un sacerdote joven, que murió repentinamente, en esa edad, que se llama la edad de Cristo: trein– ta y tres años. Hace tiempo de esto, pero todavía ahora uno se pregunta: ¿Por qué Dios que tiene tanta falta de sacerdotes en el mundo, que mandó rezar que fuesen "obreros a su mies" tan necesitada, se lo llevó? Porque él ha dejado un hueco difícil de llenar. Porque era de un dinamismo total que no le distraía de darse a Dios por la oración, por la vida interior. Porque era como un estanque que ha– cía florecer la primavera en su alrededor. Y vino a morir ahogado en una piscina. Era bueno y hacía el bien. Hoy, su puesto no está cubierto. Lo que él hizo no se hace. Dios que se lo ha llevado no ha manda– do otro operario para esa su mies abandonada. Porque si se ha– cen las mismas cosas no se hacen de la misma manera... Enton– ces, ¿por qué? Volvemos a la pregunta de siempre, pero damos un paso más: "Agradó a Dios, y Dios lo amó, vivía entre pecadores, y Dios se lo llevó ... " Su madre, sin tener en cuenta estas palabras de la Biblia, ve– nía a decir lo mismo: "Por lo menos ha muerto sacerdote. Ahora que tantos lo dejan. Sé que para siempre él estará en el cielo es– perándonos a su padre y a mí, y a sus hermanos. Si viera Vd., voy al cementerio y dialogo con él. El sin duda se entera de todo lo -56-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz