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NOTA PASTORAL VII (San Lucas 12, 35-40) El carácter de inesperado y de no adivinable que tiene la muerte está visto, en estas advertencias de Jesús bajo el matiz de espera (cfr. vv. precedentes 32-34) vigilante (v. 35) no tanto de la muerte, ni, en general, de lo que vendrá, cuanto del que vendrá. El banquete no es aquí objetivo (como en Mt 25,10), sino cir– cunstancia muy apta (v. 36) para expresar lo incalculable (las ce– lebraciones de boda se prolongaban más o menos días sin reglas :fijas). El premio que aporta el Señor a los que esperan recibirlos no es una recompensa externa, sino él mismo, que se dará a los sier– vos como siervos de ellos (v. 37; cfr. Mt 26ss; Jn 13, lss.). -577-

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