BCCCAP00000000000000000000808
LA ORACION PERSEVERANTE "En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la me– dianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que C1frecer– le". Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no pue– do levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto nece– site. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y ha– llaréis, llamad y se os abrirá porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama se le abre". {Le. 11, 5-10) (U. E.). Dos circunstancias hay que tener en cuenta para la recta com- prensión de esta parábola: En Oriente se amasaba el pan para el día, quizá algún previsor, de familia numerosa, más rico, amasaba más de la cuenta. Y en Oriente solían dormir sobre esteras tendidas desde la puerta a lo largo de la casa. Junto a la puerta el criado, los hijos menores, al fin el padre de familia. Por eso para dar los panes a aquel amigo importuno tenía que levantarse, encender la luz, remover en el arca, pasar sobre todos, hacerles levantar para abrir la puerta y darle pan. Así, teniendo en cuenta estas costumbres, comprenderemos mejor la parábola. Pero lo que comprendemos todos es lo que Cristo dice: ... "al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite". ¡Qué remedio! Si no nadie dormiría aquella noche en aquella casa. Es de una lógica tan aplastante la lección que la comprende cualquiera. -570-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz