BCCCAP00000000000000000000808

CRISTO DISFRAZADO "Entonces los justos le contestarán: -Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: -Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". (Mt 25, 37-40). Una cosa hay cierta en todo esto: que Cristo llega tan disfraza– do ante los mismos justos, que ni ellos lo conocen. Ellos hicieron el bien, porque eran cristianos, y la caridad era el gran precepto cristiano, por no decir que el gran precepto humano. Entonces se plantea una cuestión: La caridad debe ser siempre referida a Dios. Dios que es amor, es la fuente, la raíz, de todo amor. Sin él podrá haber compasión, filantropía, amistad, pero lo que se dice caridad propiamente hablando, en el sentido teológico, no. Y sin embargo Cristo hace ver claramente que no le conocieron. ¿Có– mo se explica esto? Pues que esos que hicieron el bien tenían radicalmente en su alma la caridad de Cristo, que va inherente a la gracia, e hicieron el bien en el mundo. Y de pronto se encontraron con Cristo. Su sorpresa fue grande. Pienso que en el Juicio Universa! va a haber muchas sorpresas. Muchos que se piensan cristianos, que comulgan con frecuencia, que no se les ocurre perder una misa el domingo y a diario cuando pueden. Que se acusan de no rezar el rosario todos los días, devoción muy buena y que personalmente practico. Digo, que a lo mejor se llevan un sofocón porque Cristo deja a un lado las misas, las comuniones y los rosarios para decir- -5í0-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz