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NOTA PASTORAL V (Lamentaciones 3, 17-26) Justamente en el momento en que nuestro desengaño y crisis de confianza (v. 17) es más agudo, es cuando surge (cfr. Jer 20,9 y 11) la verdadera y profunda confianza en Aquél que debe ser el úni– co motivo de nuestra esperanza (v. 24). El es bueno para cuantos le buscan (25) y se ponen en silen– cio (v. 26) a recordar (recordar es obra del corazón: v. 21) que la bondad y la misericordia de Dios no han dicho "basta" (v. 22) y que Dios sigue siendo fiel a sí mismo para con nosotros (v. 2.3) pqr en– cima de todas nuestras infidelidades. La consecuencia será la de esperar en él contra toda esperan– za, en el silencio (v. 26) de lo incomprensible, de la miseria (v. J,:9), de la muerte. --103-