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¡SALVAR LA VIDA "En aquellos días, Ajab contó a Jezabel lo que había hecho Elías, cómo había pasado a cuchillo a los profetas. Entonces Jeza– bel mandó a Elías este recado: -Que los dioses me castiguen si mañana a estas horas no hago contigo lo mismo que has hecho tú con cualquiera de ellos. Elías temió y emprendió la marcha para salvar la vida". ( 1 Re– yes 19, 1-3 a) (U. E.) En el asalto al colegio madrileño de Areneros, de los PP. Je– suitas, en Abril de 1931, entre el griterío y el confusionismo, el mie– do y las carreras, una voz de mando gritó: -Respetad las vidas. Y las vidas fueron respetadas. Las persecuciones son de hoy y de ayer. Pero en este pasaje bíblico no se trataba de respetar una vida sino de destruir una vida. Y Elías lo abandonó todo por salvar la vida. Porque la vida vale más que todo. La enfermedad con final de muerte es la peor enemiga de la vida. Es una persecución de ayer, de hoy y digamos que de siem– pre, a pesar que las ciencias adelantan una barbaridad ... Por eso es bueno luchar contra la enfermedad. Debemos todos luchar contra la enfermedad. Porque la vida es lo que más vale. Aunque la enfermedad la consideremos como una cruz. Como una fuente de expiación de pecados propios y ajenos, debemos lu– char contra ella. Porque la vida es un don de Dios.