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en amar y glorificar al mismo Verbo Humanado no reconocía ní podía reconocer más dicha ni felicidad que .1a suya. Entendí que Jesús, renovando en mí las especies, o mostrán– dome en sí mismo (ignoro cómo fué) todo lo que me ha dado a éo– nocer en las múltiples y diversas visiones, contemplaciones, medí– táciones, o no sé qué, de los misterios de su generación eterna y vida divina en el seno del Padre, Encarnación, vida pasible y mor– tal y de su vida gloriosa en el cielo; y mostrándome al mismo tiem- . po los maravillosos efectos producidos en mi alma por la noticia de los misterios indicados, me decía: "Todo esto he hecho Yo con– tigo con el fin de identificarte conmigo, como ves está tu' alma ador– nada y enriquecida con todas las gracias y dones que acostumbro conceder a las almas que elevo en vida a la unión divina y más... Ya no te falta más que un retoque o reno,vacióh de todas las gra-• cías recibidas en el decurso de tu vida, y esto lo hará tu Padre es– piritual, y Yo por medio de él, en los próximos Ejercicios." Como me parecía ver todo esto de manera clara y evidente en el mismo Jesucristo y también en los maravillosos efectos y celo de la gloria: divina que esta visión producía en mi alma, lb creí; empero no pudiendo mi alma reconocer otra dicha, ~elicidad y glo– ria que la del mismo Verbo Humanado a quien única,. pura y ar– di.entemente amaba y sólo deseaba amar y glorificar, despreciando nuevamente la dicha que me prometía, le pedí la gracja de darle toda aquella gloria que deseaba, pues sólo aspiraba a ser una víc– tima de sú amor, de su beatitud divina, de su gloria y felicidad en la que cifraba la mía. Entendí que Jesús otorgaba mi petición, que haría de mí una pura potencialidad de amor, como V. R.. me había dicho, y yo deseaba, y que en el tiempo y en la eternidad le daría mi alma mucha gloria... Paréceme no tengo o recuerdo haberme ocurrido ninguna cosa notable, fuera de lo indicado, que referir, pues todo el tiempo que transcurrió desde la Santísima Trinidad hasta los Santos Ejercicios lo pasé entretenida con Dios Uno y Trino no sé cómo. 11.-El día 8 de julió en la plática que me dirigió V. R., como preparación para los Santos Ejerci.cios, cuando empezó: Ego sum