BCCCAP00000000000000000000807

CARTA LXV, 2I SEPTIF.MBRE r9n V. R., unas veces mandándomelo el Señor, y otras impelida por el amor que sentía en mi alma, déscendía a un lugar, que ignoro cuál fuese, en busca de V. R. y habiéndole hallado me parecía que le lle– vaba yo a mi Dios, en quien me perdía. Mas pasado algún tiempo me mandaba el Señor que fuese a buscar a otras almas para. lle– varlas también a El y me parecía que a todas aquellas almas que me indicaba el Señor las llevaba a su Majestad y que volvfa a per– derme en Dios, y de esta manera y ocupada en estos ascensos y descensos lo pasé todo el tiempo que transcurrió desde la. fiesta de la Santísima Trinidad hasta el 8 de julio que empecé los Santos Ejercicios.. Un día a presencia de mi Dios. en quien contemplaba de un modo especial el atributo de su santidad y de su amor, hice una es– pecie de confesión general detestando mis culpas con mucho do– lor, incluso las más leves imperfecciones. "Bien está-me dijo el Señor-, pero es necesario que esto que acabas de hacer a mi pre– sencia a solas, lo repitas a presencia de tu Padre o a mi presencfa velada en su persona en el confesonario." Recordando yo lo que me había pasado la víspera de. la Santísima Trinidad en cuyo día, habiendo pasado tantas angustias a presencia de Dios aptes de ir <;l confesar, después no pude ni arrepentirme apenas de mis pecados y los confesé como quien cuenta una historia; "no soy yo ca:paz, Señor mío-le dije-, de hacer esto que he hecho y me mandáis.ha– cer a presencia de mi Padré en el confesonario, porque sois Vos quien obra en mí, y es efecto de vuestra divina presencia, de lo que en Vos veo y me mostráis, lo que yo hago y siento en mí"., "Yo lo haré-dijo el Señor-, pues quiero que tu Padre vea lo qt1;e sabe y tiene entendido, que verdaderamente estás arrepentida y detes– tas de corazón todos tus pecados, porque hasta el presente no le has dado pruebas de esto más que por escrito." "Me da vergüen– za-le dije yo-hacer esto a. presencia de mi Padre." "Debes tener la misma confianza que conmigo, tanto para confesar y detestar tus ·culpas como para todo, porque soy Yo a quien representa... " Díjome también el Señor que cuando viniera V. R. a dar los Santos Ejercicios, antes de entrar en ellos, me confesase y le dijese todas mis preocupaciones, y que hecho esto me abandonase toda en sus manos y que su Majestad me haría hacer la confesión o detesta-