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CARTA LXV¡ 2I SEPTIEMBRE I9II habi,endo sufrido tantas angustias momentos antes de venir al con– fesonario? A lo que me pareció que me respondían: "Porque los pe– cados que confiesas no existen ni en sombra siquiera, y no es volun– tad de Dios que los confieses como si tódavía existiesen sus efectos en tu alma." Sentí que me ocurriera esto, porque deseaba cónfesar:– los con el mismo arrepentimiento y dolor que los había detestado antes, pero me conformé con la vohmtad de Dios, y quedé tranquila y contenta. Pasé la noche como quien .esperaba .un nuevo favor o visita del Señor la mañana siguiente, pero sin saber cómo ni cuándo. 5.-Por la mañana, fiesta de la Santísima Trinidad, ·al recibir la Sagrada Forma en la Santa Comunión, me pareció que las tres Divinas Personas que el día antes se habían ent:i::egado a mi alma, como quienes se arrojaban desde aquella altura sublime y se deja– ban caer en la misma, se entregaban nuevamente a mí, una por una y toda.s tres juntas. Y al punto se dejó ver Dios de mi alma coloca– do en la misma alma con mucha Deidad y Majestad, y empecé a sentir inefables dulzuras. Hubiese querido eternizarme· en el lu– gar donde estaba, gozando la vista ·y pósesión de mi Dios, pero ha– ciendo un esfuerzo me. subí al coro alto con el fin de asistir con la Comunidad al Santo Sacrificio de la Misa. Deseaba dejar al Señor ~n mi alma para buscarle en el altar, pero me tenía tan embelesada :ifuertemente unida, que no pude dejarle, pues· parecía que en toda su Majestad y grandeza moraba Dios Uno y Trino en mi alma. Lo pasé así hasta el prefacio, en el que sin perder de vista a Dios en xni alma ni dejar de experimentar los efectos de esta presencia de Dios en mi interior, empecé a verle en un lugar que parecía el cielo al tiempo que V: R. cantaba: Dornine sancte, Pater ornnipo– :tens aeterne Deus. qili curn Uni_qenito Filio tuo et Spiri1tu Sancto unus · es Deus, unus es Dorninus, non in unius singularitate per– sonae sed in unius Trinitate substantiae, etc., etc., del prefacio de la Santísima Trinidad. Me pareció ver en Dios, en aq·uel Dios~de gloria y majestad que se hacía presente a mi alma, todos los mis– terios que indica Y· se contienen en cada una de las palabras que constituyen dic.ho prefacio, con lo que se acrecentó y redobló la fe– licidad que ya experimentaba antes de está visión, y no sé lo que me pasó. - •Todas las ideas,e inteligencias que recibí en esta visión .me que-

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