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64 CORRESPONDENCIA DE LA M, ANGELES CON Él P. MARIANO dome que el hacer lo contrario era en mí como un pecado. ¡Cuánto he ,Sufrido a causa de esta ley o de este espíritu que me obligaba a lo más perfecto y a abandonarme por completo a la voluntad de Dios! b) No recuerdo si al mismo tiempo o poco después del indica– do voto hice otro de ayunar la víspera de la festividad de algunos Santos y Santas (pocos) y de prepararme con tres días de retiro (a mi manera) y de ayuno para celebrar las festividades de los miste– rios (no las advocaciones) de la Santísima Virgen, excepto la fiesta de su Concepción Inmaculada, que, aunque adviento, no podía ayu– nar por razón del cargo de cantora, pero sí prepararme con un re– tiro. especial, cuando menos de nueve días, los que pasaba mucho más recogida y santamente que los días de ejercicios. No recuerdo si me obligué también a ayunar la cuaresma de·· la Asunción y tj.e N. P. S. Francisco y San Miguel, para cuyas fiestas me preparaba con un retiro especial, pero me parece que no, porque no podía (1). e) Poco después elevé los cuatro votos de la profesión, obligán– dome en el de la obediencia a vivir sometida a la dirección espiri– tual y obedecer en todo con la misma fe y puntualidad y alegría que a Dios, al Director que el Señor me había prometido que me da– ría y a cuya voluntad había sometido los dos votos indicados, cuan– do los hice, y sometí todos los que hice después, pues como en todo lo que proponía tenía siempre delante o hacía el Señor que lo tuvie– se al Director prometido, todos los votos que hacía, los hacía con la intención de declararlos a él para que los aprobase o anulase, hi– ciera lo que quisiera, dispuesta a practicarlos toda la vida si el Mi– nistro encargado de mi dirección los bendecía y aprobaba, o a de– jarlos de observar si así me lo mandaba, a excepción del voto de imitar a la Santísima Virgen, etc., que entiendo que era voluntad de Dios que lo observase todo el tiempo de mi vida y que el Director a cuya voluntad había sometido al hacerlo no lo anularía, le dí el carácter de perpetuo, y por esto al pedir a V. R. que me descargue de los votos anteriores al de la obediencia no ha sido mi ánimo pe– dirle que anule éste sino que lo simplifique y resuma en el último que he hecho, encargándose V. R. (que es el que ha de informar mi (1) Autobiografía., p. 74, 236.