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CARTA LXI, 2.5 AGOSTO 19u 61 3.-Pero me fué tan dulce la palabra que me da en su grata de escribir y administrar a mi alma el manjar de amor divino que tan– to tiempo ha que deseo y no puedo tomarlo por mí misma (1), que dije: "Anda, hija, cárgate con la cruz de la dirección espiritual y ofrécete a los múltiples sacrificios que en ti supone la misma, pues no todo va a ser sacrificio y muertes, también te se ofrece vida ... y vida que te gusta mucho, pero que tú no la puedes vivit ni recibir si no te se comunica por la dirección ... " qon esto, y con la gracia y efectos que produjo en mi alma la lec– tura de su carta, y no sé qué virtud y protección divina que. parece contiene la misma, quedé libre del espiritu contrario a la dirección :que parecía haberse apoderado de mi alma; y para que otro día no rehuse aplicar a mi alma el remedio y remedios: eficacísimos que Dios Nuestro Señor me ofrece con la simple lectura del voto de obediencia que tengo copiado para rechazar. al maligno espíritu, cuando me induce a abandonar la dirección, como he rehusado los días pasados, en los cuales no quise leer dicho voto, no obstante sentirme inclirtadísima a ello y parecerme estaba allí mi vida, escri– bí a continuación del voto de obediencia un propósito en el que me obligo a leer, a más tardar, cada ocho días dicho voto de obediencia y la carta contestación de V. R. y a inspirarme en él para todo, con cuyo propósito sellé el vpto. 4.'-En cuanto a los votos que he hecho, son tantos, que no los puedo recordar (2). Toda la vida, pero mucho más desde los dieci– séis años, y más todavía después que ingresé en esta santa casa, (1) "Dado el nuevo y elevado estado de amor y de unión en que Dios ha colocado tu alma en los últimos días de retiro, he determinado propor– cionarte materia para que le cantes unos cantarcillos divinos. Pide mu-. cho al Espíritu Santo me dé inteligencia para entender y acomodar a tu ,alma lo que El por Salomón nos dió a todos. En ellos, como en todo, obraré con entera libertad y te diré lo que deba decirte sin atarme a nada, sólo sí, deseando hacer tu vida •Y alma todo divina y amorosa. Tú has cum- plido con tu deber al manifestarme el manjar que más te aprovecha y yo cumpliré con el mío dándote y diciéndote lo que Dios quiere que te diga. Vive tranquila.'! (P. Mariano, 21 de agosto de 1911.) /2) En la ya citada carta del 21 de agosto le decía su Director: "An– tes de descargarte o dispensarte de todos los votos que has hecho antes de ahora, necesito que me remitas una nota de todos y cada uno de ellos, Nntamente con su extensión, comprensión y obligación. También quiero me concretes la extensión de la obligación del voto de obediencia, o sea bajo ,qué pena o culpa te has obligado".