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50 CORRESPONDENCIA Dll LA M. ANGELES CON HL P. MARIANO hará cumplir todos en grado más perfecto y de un modo más grato a Dios de lo que yo me propuse al hacerlos y como conviene al esta– do actual de mi alma, _pues no con otro fin me ordenó el Señor al hacerlo que los sometiera todos a la voluntad y obediencia del Mi– nistro que en el tiempo determinado p0r su providencia me daría por Padre Espiritual, al cual, una vez traducido mi espíritu, debería manifestarle dichos votos y promesas para que los confirmase o anu_lase, hiciera lo que quisiera, quedándome yo con la única obli– gación dé obedecerle en todo como al mismo Dios (1). 2.-Tres cosas son las que al presente pugnan en mi alma y di– ficultan el exacto cumplimiento de mi único voto, mi único deber de obedecerle en todo y vivir una vida puramente de obediencia, no 4 obstante la necesidad suma en que me pone de esto mi estado de pa– sibilidad actual. La primera, es la idea de que V. H. me desprecia y no me quiere, cuya idea radicada en el fondo de mi corazón me perjudica no poco, pues me aplana y aterra y hace huir de V. R.; la segunda, la idea o persuasión de que falto a la humildad y ofendo a mi Dios en hablar en pro y comunicar a V. R. otra cosa que peca– dos, por ser todo lo demás una ilm¡ión, una mentira o, a lo sumo, cosas que no merece la pena de contar a nadie, etc., etc., y la terce– ra, la firme convicción de que soy una religiosa relajada, sin espí– ritu ni vida interior, espiritual se entiende, que voy por camino or– dinario, no tengo trato directo con Dios, ni el don de la oración, que todo lo que me pasa, veo y entiendo es natural, no obra de Dios, et– cétera, etc., y que necesito menos que ninguna de dirección espiri– tual, máxime ahora que estoy enferma y no puedo hacer peniten– cias, que es lo que antes me impelía a desear la dirección por evitar peligr-~s y rem;rdimientos de sacrificar mi salud y vida sin pedir consejo a nadie. Si V. R. cree que estas ideas no son de Dios, sino hijas de mi temperamento tímido o sugeridas por el diablo, le agra– deceré mucho las arranque y haga desaparecer por completo de mi alma, .pues me atan y• detienen mi vuelo a Dios por los temores, tristezas y desconfianzas, dudas y vacilaciones que producen en la misma, vacilaciones, dudas y tristezas, temores y desconfianzas que (1) En la carta del 25 ele agosto se verán distintamente enumerados todos los votos que en el curso ele su vida había hecho.