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CARTA LVIll, 3 JULIO l9Il V. R., ruego incesantemente a mi Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo y a Nuestra Madre Purísima, pero de un modo especial a la tercera Persona de la Santísima Trinidad, le concedan todas las gracias que yo deseo en esta vida y en la otra. 2.-¿Y qué le diré de mi contento y alegría al ver que se apro– xima el día de su venida a ésta,* nada menos que para un mes y mis Santos Ejercicios? ¡Ah!, esta alegría no se puede explicar. Lo haré de palabra, mejor dicho, lo conocerá V. R. el día y hora que me diga: "Se acabaron ya las criaturas; ya nada tienes que tratar con ellas hasta ... ; entre tanto, Dios, tú y yo, y nadie más." ¡Qué dicha! Si ayer me volvía loca de contenta al verme sola y libre del trato y comunicación de las religiosas por espacio de hora y media nada más, y me parecía que era la criatura más feliz del mundo, ¿qué será cuando me vea sola con mi Dios, con mi Purísima Madre y V. R., no por espacio de hora y media, sino tantos días como espero pasar en santo retiro en los Ejercicios del presente año? Mi Padre me dice que no todos van a ser dulces-decía yo ayer-; pero ¿qué amargos rehusaré·yo y no recibiré con gusto, disfrutando de estas delicias tan puras como me reporta y produce en mi alma el tiempo libre, la soledad, el silencio y abstracción de criaturas, la presencia y compañía de mi Dios? Ningunos. Que me dé todos los amargos que quiera, que bien contenta los recibiré, incluso la muerte, la que se me hará dulcísima ante la idea de que ya no tengo que pensar ni tratar con criaturas. 3.-Estoy de prisa y no puedo más. La M. Abadesa de Santa Isabel me escribió el sábado, diciendo que ya tenían licencia para h~cer los .Santos .Ejercicios con V. R. Si necesita descansar algún . día, terminados los exámenes, descanse. Tenga la bondad de no venir con propósito de ayunar, pues de lo contrario escribiré at P. Provincial, diciendo que se lo prohiba, pues ya sabe que tiene que trabajar mucho. Su reconocida hija, que b. s. m. y pide la bendiga, Sor Angeles.