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LVII 1 julio 19U. SuMARI0.-1. ¡Qué rabia tengo al demonio!--2. Penetra los corazones.- 3. Amor a la santa pureza.--4. Dios me quiere mucho. ¡Viva Jesús! ¡Viva María! M. R. P. Mariano de Vega. Venerado Padre mío en el Señor: Después del respetuoso y filial saludo debido a V. R., le ruego humildemente me bendiga. 1.-Como le escribí ayer de prisa y corriendo, quiero completar hoy la carta de ayer, aunque dispongo de brevísimo tiempo y no me encuentro nada bien de salud. Acaso mañana estaré mejor o bien; hoy pienso acostarme antes de maitines. La religiosa de quien le hablé ayer es Sor N., la cual está muy atribulada y pesarosa de no haber manifestado a V. R. el estado de su alma y conciencia en los Santos Ejercicios, pues dice que com– prende ahora que la religiosa tibia y relajada a quien perseguía V. R. en sus pláticas era ella, aunque entonces no lo conocía. 2.-Pero también yo debo ser culpable ante Dios de muchas cosas, pues sintiéndome movida a entrar en el santuario de algunas conciencias para hacerlas bien, no lo hago, como no he querido hacerlo con esta religiosa y alguna más hasta que Dios o las mis– mas me ponen en precisión de hacerlo. Y con todo, y no obstante ver la mano de Dios y los efectos divinos que produce el Señor en las almas que trato, temo todavía si faltaré y si será el demonio y no Dios quien me mueve y obliga a introducirme en las conciencias de las religiosas. ¡Qué poca satisfacción encuentro yo en las obras que ejecuto, mejor dicho, qué remordimientos, dudas y zozobras