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CAil'l'A LVI, 30 }UNIÓ 191r 35 en mí para eso era un no creer ni poder creer semejante cosa, y que esto sería lo que más le costaría vencer en mí, caso de ser verdad lo que V. R. me indicaba. Y veo que es así; pues más.fácil me sería creer que todos los demonios y condenados del infierno se han salvado y están gozando de Dios en el cielo que la unión de mi alma con Dios. Por esto pregunto nuevamente: ¿será verdad que Jesús quiere desposarse conmigo y unir mi alma con El? No lo creo; pero caso que sí, quisiera cuatro o cinco años por lo menos para prepararme y hacerme digna, o menos indigna, de tan singular favor, pues soy perversísima, estoy llena de pecados y afectos terre– nos, desnuda completamente de virtudes y muy necesitada de su– frir agonías infinitamente más terribles que las padecidas antes para purificar mi corazón, mi espíritu, mi alma de tanta inmun– dicia y maldad. 2.-Desde el miércoles, víspera de San Pedro, estoy con fiebre, y desde la tarde del día citado en cama, aunque me he levantado a comulgar. Por esto escribo de prisa y no como desearía yo hacerlo' en el presente día, en el que no puedo menos de dirigirle estas líneas para manifestarle la gratitud de mi alma y de mi corazón por l'a caridad con que mañana hace un año se cargó con todos mis pecados, se hizo responsable de todos mis actos ante Dios y me recibió bajo su tutela y paternal dirección, y por tantos y tantos favores como después, en el decurso del año, me ha dispensado. Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y Nuestra Madre paguen a V... R. todo lo que ha hecho, y hace por mí. En cuanto a mí, procuraré hacerlo en la forma que mi Dios y mi Purísima ·Madre me indican que lo haga., y mañana y pasado mañana lo haré de un modo especial. 3.-Tengo el gusto de decirle, y con toda verdad, que gracias a Dios, y a mi Purísima Madre, y a V. R. veo cumplido en mi alma todo io que en tal como esta noche en mis repetidas visitas a la Virgen; mañana por la tarde. en el confesonario, al cargarse V. R. con mis pecados, y después en el coro bajo, al cumplir la penitencia y pedir a Nuestro Padre que diese luz a V. R. para conocer si se había engañado (cuando me mandó el Señor que volviese al confe– sonario a cumplir con mi deber de entregarme de lleno a la direc– ción de· V. R., como V. R. había cumplido con su deber de cargarse