BCCCAP00000000000000000000807

eAlTA cun, t SEJ>TIEMBRÉ í9I1 m.archa de los Cánticos ...Propuse hacerlo ásí; pensar y repensar en todas las pláticas que me había predicado durante su perma– nencia en ésta y sacar fruto como mil, aunque no fuera más que por complacerle y ser su corona en el cielo y pagarle los grandes sacrificios que le he costado y cuesto. ¡Qué caridad, qué celo, qué interés el suyo por mi alma!· ¡Qué bondad tan paternal observé y vi en él en todos los Ejercicios y de modo singular el día y noche última! Le pregunté si nie perdonaba de corazón lo mala que he sido, mis malos procederes con él, 1as molestias que le he dado y el no haberme aprovechado de sus ... A lo que me contestó una y otra vez que sí me perdonaba y también Dios me había perdonado, et– cétera, etc., y en mi última confesión: "-Sí, todo, lo mío y lo de Dios, todo te perdono." "-¿De veras?"--le pregunté. A lo que me contestó: "-¡Sí, tota pulchra!" ¡Con qué bondad me lo dijo! Des– pues de. esto me mandó salir al locutorio, _donde me encomendó a_ Dios con las oraciones de costumbre y me dió su bendición... Así se despidió dejando a m( alma llena de paz y consuelo, completamente tranquila y con grandes ansias de santificarme, de aprovecharme de tantos sacrificios, cuidados y desvelos como le cuesto a mi Padre, cuesto a la Iglesia, cuesto a mi Dios, a quien re– presenta. Procuraré vivir siempre unida y adherida a µii Padre y ser tan santa como me quiere y estoy obligada por el gran bene– ficio que me ha hecho y hace mi Dios, la misericordia divfoa en su persona; y jamás de los jamases daré entrada. a ninguna idea que, ni aun remotamente considerada, me aparte de la d_irección o disminuya la fe, esperanza y amor que tengo en mi Padre, aunque se presente con apariencias de santidad... No puedo más.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz