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CARTA CLIII, li SEPTIEMBRE ;1913 ritu Santo y en V. R.; pero tan bien, tan bien y tan a gusto que no solamente no quería salir de donde estaba, sino que quería meterme más adentro. Esta idea de la misericordia y bondad divina en la cual me veía metida e iba mi alma a perderse en la dirección, constituía unéJ, parte de mi vida, pues vivía de esto sin dejar las demás ideas que dije a V. R. constituían mi vida, de modo singular la aseidad divina y la divinísima Persona del Espíritu Santo. Como estuviera mi alma metida en la dirección y en la idea de que V. R. es mi padre y mi madre y mi todo, que me estaba dando el sér y la vida y haciendo todos los oficios de la misericordia y bondad divina con mi alma, después que marchó V. ;R. y me quedé solita, yo me sentía muy llamada-a mi parecer-de Dios a ir al confesonario, donde me pasaba muchos y largos ratqs (algunos de horas) entretenida ·con mi Dios y perdida en .V. R. El día 14-si mal no recuerdo-pensé si este hallar mi alma a Dios en el confe– sonario mejor que en el coro y que en ninguna parte sería alguna devoción sensible que yo tuviera e hice varios esfuerzos para bus- . car a Jesús, a Dios en el Sagrario, pensando que aquí debía bus– carle y no eri el confesonario, toda vez que V. R. no estaba aquí. Mas todas las veces que hice esto paredóme que Jesús Sacramen– tado me mandaba ir al confesonario a realizar los actos que preten– día o quería realizar a su favor; y lo mismo Dios Padre. No me con– formé con esto. Recordando las palabras de Jesús a la Samaritana: "Llegó el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán al Señor en espíritu y en verdad" (1), decía para mí: no sea algm1a inclinación o devoción sensible quien me hace hallar a· Dios en el confesonario y deje de adorarle en espíritu y en verdad en'. el Sagra– rio, que es donde está, quiero buscarle allí. Lf! encontraba, sí, y muy bien; pero apenas me fijaba en Jesús, iba mi alma como a per– derse en V. R.,. y un no sé qué me impelía a ir al confesonario. a pasar un rato con Jesús o con Dios en la forma que pretendía ha– cerlo en el sagrario. Para salir de duda, pedí al Señor se dignase manifestarme por medio de una suerte su .voluntad acerca de buscar a su Majestad en el coro o en el confesonario, pues caso de ser una devocióri. sen- (J.) Cf. Jop,n. IV, 23.

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