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CXXXVII 29 enero 1913. Gloria a Dios Uno y .Trino y a María Inmaculada nuestra Madre. M. R. P. Mariano de Vega. León. Amadísimo y venerado Padre mío en Jesucristo: Después del res– petuoso y filial saludo debido a V. R., postrada a sus pies espero me bendiga con su santa y paternal bendición. En mi poder su grata. De prisa y corriendo le dirijo estas líneas, suponiendo que estará con cuidado al ver que no le escribo. No he tenido ganas de escribir, sin duda porque estoy algo tris– te a causa de tener que escribir, y porque preveo que toda la vida voy a estar escribiendo, etc., etc. ¡Sufro tanto por esto! La semana pasada estuve en cama; esta semana estoy mejor. Ya he comenzado a escribir los acontecimientos de los Santos Ejercicios del año 1911. Cuando quiera puede mandarme el libro manuscrito para empezar a escribir el libro IV. ¡Cuánto me alegraría poder pasar la cuaresma; como mis religio– sas, en santa contemplación sin escribir! Mire si me puede conceder esta gracia, que si vivo muchos años, tiempo me queda para escri– bir lo que falta. ¿No le parece que me ha mortificado mucho desde hace dos años, que no me ha dejado descansar en Dios? Si viera cuántas y cuán amargas penas ha padecido mi pobre alma por esto, seguramente que se compadecería de mí. No sé quién me sostiene para no romper de una vez para siempre el yugo de la obediencia, que así me esclaviza e impide volar y descansar en Dios. No puedo más. Su reconocida hija, que mucho le ama y venera en Dios y ruega continuamente por su alma, Sor Angeles Sorazu.