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CARTA CXXXIV, 4 ENERO I9I3 301 millada profundamente mi alma al tiempo mismo que elevada y enamorada de Dios, empezó a repetir: "es mío, es mío", refiriéndo– se al Verbo Divino, a Dios Padre y Espíritu Santo, de quien habla– ba V. R. Si esto decía en la primera plática, figúrese lo que diría en las demás ... Dios se lo pague, Pa.dre mio, y le haga tan santo como esta su humilde hija desea y solicita. 3;-Continúo.muy contenta, tranquila y en paz. Este año que he comenzado con tanta paz y tranquilidad a ver si no le doy guerra ccm: mis fugas y desobediencias. Algún temor, aunque de lej'os, ya siento de cuando en cuando, por mejor decir, he sentido una vez y preveo me acometerá por haber escrito mi vida y porfJ.ue tengo que escribir y cie:i;;to deseo de librarme de este trabajo por lo mucho que me cuesÚ( i:lejar a mi Dios y privarme de las dulzuras de su trato pivino, etc"' etc .. Pero estoy resuelta a ,obedecer y sacrtficarme hasta la 'muerte, si fuere' ésta la voluntad de mi Dios. Es muy gr~nde el sacrificio, máxime por ap:rendér que, es mejor no escribir que escri– bil'., y que daría más gloria a Dios ysantifiearía mejor mi alma en el' boro que en el escritorio. Pero si.el Señor quiere qµeyo escriba y sea menos santa, y aunque me condene a costa de los trabajos quP me cuesta escribir, me abrazo con la voluntad divina y contirmaré ~scribiendo por amor a la misma hasta morir. . Su reconocida hija, que mucho 1~ ama y venera en Dios. Sor Angeles Sorazu.