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16 COR.R.llSt>ONDi;NCIA ))~ LA M. AN9llLE$ CON EL l>. MAlllANO cribir, etc., etc. Pero después se calmó la tempestad y quedé en-una relativa calma, y bastante bien con Dios Nuestro Señor, aunque no muy conforme con tener que escribir y comunicar lo bueno que entiendo o veo en mi alma. La Vida de Santa Verónica ya la tenemos en nuestro poder. Pensaba leer algo en ella, pero acaba de escribirme la M. Abadesa de s.anta Isabel diciendo que desean leerla. Las religiosas todas bien, muy contentas y rogando mucho por V. R. En recreación no hablan de otra cosa que de las pláticas de los Santos Ejercicios. Dios pague a V. R. el interés que se toma por nosotras y tanto como ha trabajado por el bien de nuestras almas. Hoy ha venido el P. Confesor a confesarnos y le he pedido con urgencia todos mis escritos que tiene en su poder. Me ha dado pala– bra de devolvérmelos todos incluso las tarjetas, y también la copia de la vida de San Juan. Espero que cumplirá su palabra. No le molesto más. Tenga la bondad de absolverme de las faltas cometidas desde el domingo y de todos los pecados que he cometido desde que nací hasta este instante, en particular de los que V. R. más detesta en mi alma pecadora. Suya en Cristo Jesús, que le ama de todo corazón y ruega humil– demente la perdone tantas molestias como le he ocasionado duran– te los Ejercicios y le ocasiono con ésta. Víspera del Corpus. Sor Angeles Sorazu.