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CARTA LXXXII, 6 DICIEMB!lE r9n en el mundo SE;) cometen, con propósito de no cometerlos nunca jamás. Espero me concederá el Señor la gracia de no ofenderle maña-• na; pero, con todo, deseo· que en la absolución que espero me dará mañana por la noche y pasado mañana ocho al comenzar la Santa Misa,. que tendrá la dicha de celebrar, me absuelva, no sólo de todos los pecados que he cometido desde que nací hasta este instante, y de los cuales me acuso en esta carta, sí que también de las faltas que tal vez cometeré hasta el día y hora indicados, y que me per– done todos en el nombre del Señor y pida a Jesús, mi Esposo y mi Dios, y a Dios Padre y Espíritu Santo que 111e perdonen todos mis pecados a culpa y a pena, y los releguen al olvido para siempre y los borren también de mi memoria para que nunca jamás me acuer– de de ellos, no por mí, que no lo merezco, sino por sola su bondad y misericordia y por los méritos e intercesión y el amor y respeto debidos a su Purísima e Inmaculada Madre. 3.-Pida a mi queridísimo Dios Padre que se apodere por. com– pleto de esta pobre alma mía, que, aunque tan pecadora, mucho, muchísimo le ama, pues no puedo vivir en mí sino· en El con Dio,:; Htjo y Espíritu Santo; a mi queridísimó Dios Hijo que me reciba' toda y me refunda en su ser, pues suya soy y quiero ser eterna– i:nente, ya que se ha esmerado tanto en mi educación y crianza y me ha prodigado tantos favores, pues no puedo· vivir sino en El con Dios. Padre y Espíritu Sapto; y a esta Divina Persoi1a, tercera de la Santísima Trinidad, pídale que, ya que mi alma no ha sido criada, sino para perderse en El y en El y con El en la persona del Padre y del Hijo (1), y pues debo a su bondad y misericordia in– finita el perdón de tantos crímenes cometidos desde mi más .tierna edad ha.sta el presente, el haber hallado gracia a los ojos de Dios Padre y Dios Hijo, no obstante mis maldades, y tantos favores como me ha dispensado, complete su obra santificadora absor– biendo mi alma en su ser y reduciéndola y elevándola a su origen divino, que lo es Dios Padre, que lo es Dios Hijo, que lo es ei mismo Dios Espíritu Santo, a quien amo infinitamente más que (1) En el original, por un evidente lapsus calami, se lee: "Espíritu. Santo", en lugar de "Hijo".
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