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LX XIX 27 noviembre 1911. SuMAmo.-1. Relaciones con las cr-iaturas.-2. Una gran tribulación. Gloria a Dios Uno y Trino. lYI. R. P. Mariano ele Vega. Mi muy amado y venerado Padre en Jesucristo: Después del respetuoso y filial saludo debido a V. R., le ruego humildemente me bendiga. 1.-Una vez más le molesto para decirle lo siguiente. Ayer al decirme el Padre en el confesonario que unía a mi alma, etc., yo viéndome en la imposibilidad de poder amar ni unirme a ¡nadie, absolutamente a nadie en el cielo ni en la tierra fuera de mi Dios y mi Purísima Madre, dije al Señor que se encargase Su Majestad de amar al Padre por mí y unirle y confundirle consigo y de este modo y por este medio quedaría unido a mi alma como lo deseaba; pues ni yo podía unirme a él· fuera de Su Majestad, ni el \Padre unirse a mi alma en sí misma fuera del mismo Dios, estando como estoy llamada a desaparecer y no pudiendo vivir en mí sino en Dios, etc., etc., etc. Por la noche y esta mañana, confirmándome más y más en mis comunicaciones con Dios en mi glorioso destino de amar única y exclusivamente a mi Dios y vivir perdida y confundida con el mis– mo Dios uniéndome en El con los vínculos de la ·caridad, pero una caridad divina, con todas las almas según la voluntad de mi Dios, no sé si por inspiración divina o movida del temor de pertenecer ni en sombra siquiera a criatura alguna del cielo. ni de la tierra, ni estar unida a nadie con el más leve afecto fuera del divinísimo amor que el mismo Dios comunica a mi alma hacia los Angeles Santos o criaturas mortales que El quiere que ame, me vi en la precisión de decir al P. Confesor que yo, aunque tan perversa y pecadora y