BCCCAP00000000000000000000807

CAtltA U.:XVIll, 26 NOVIEMBRE r9tt 145 en su carta epistolar, he llegado a persuadirme de que soy un obje– to de odio y abominación y el blanco de los desprecios de V. R. De tal manera que no le escribo ni comunico cosa buena ni mala, en pro ni en contra, que no me diga mi conciencia, mi aprensión, o no sé qué, que V. R. lo detesta y aborrece y me reprende por ello de mil maneras; lo malo porque es malo y debe detestarlO y castigar– me severamente por ello; y lo bueno, porque no lo cree o entiende en Dios que no es verdad lo que yo pienso o creo haber visto o ex– perimentado, etc. Así que está mi alma sufriendo de continuo y mu– cho a ratos. Y todo porque me parece que V. R. está disgustado conmigo, me aborrece, detesta y no me puede ver: Sufro tanto que a no tener libre mi recurso a Dios, facilidad para ir a El y algo más que me quita toda pena y sufrimiento, no sé lo que sería de mí. De aquí el que yo tema tanto cualquier desprecio o sufrimien.. to que me viene o puede venir de V. R., tome alguna vez en senti– do poco favorable sus indicaciones y advertencias, aunque tan lle– nas de caridad. 'frabajo lo que puedo por unir la justicia con la misericordia y las reprensiones con las caricias, para recibir éstas sin envanecer– me y aquéllas sin retraerme de V. R.; pero no puedo conseguir. No sé .si más tarde me concederá el Señor esta gracia. Entretanto le ruego, mi amadísimo Padre, tenga paciencia conmigo, y no haga caso de mis quejas, ni tome éstas en mal sentido, pues bien sabe Dios que le amo con toda mi alma, que estoy sumamente agradeci-– da a V. R. y que, aunque sufro tanto, estoy contenta bajo su direc-– ción y muy unida en Dios aun el tiempo mismo que parece estoy retraída de V. R. Su indigna hija, que mucho le ama y venera en Dios, Sor Angeles Sorazu. 1TIN:SB.ARIO MISTICO U

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz