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t38 CORRESPONDENCIA DE U. M, ANGELES CON EL P, MARIANO . . Espíritu Santo, y a nuestra Madre Purísima que me sacasen de esta vida y llE::vasen al purgatorio antes de hacerme Abadesa, si preveían que en e::;te cargo había de pecar y ofenderles aun venialmente (1); y ver que el fruto de tantas peticiones mías en este sentido y de tan– tos sacrificios como he tenido que hacer y me cuesta dicho cargo, no es otro que acumular pecados sobre pecados en mi pobre alma, y pecados de tantas responsabilidades; me hace sufrir el infierno en vida. Verdad es que la culpa es mía y no de Dios ni de la Santísima Virgen, que yo sea lo que soy y haga lo que hago, y de que manche a cada paso mi alma con tantas culpas y deficiencias en mis deberes de cargo y personales o de religión y vocación particular; y por esto sólo de mí tengo que quejarme. Mas no por esto deja de ser sensible para mi alma el ver que mi Dios querido, y mi Purísima Madre per– mitan que contraiga tantas culpas, habiendo pedido tantas veces que me lleven al infierno y no me dejen pecar, y tantos años ya. 2.-En la confesión de hoy me he acusado o confesado lo que indiqué al Prelado y a V. R. en mi última y todo lo.que entiendo o dudo si habré faltado en lo referente a la· administración de los bie– nes de la Comunidad·y digo a V. R en la confesión general. Supon– go que estaré perdonada; pero yo no quedo satisfecha con ningu– na confesión o absolución que recibo fuera de V. R.; me quedo como si no me confesara (se entiende én cuanto a que no halla descanso ni satisfacción el alma), aunque sí creo que se me perdonan los pe– c1=1dos. Por esto deseo que V. R. me absuelva una vez más y pida al Sel'íor que me perdone tQdo lo que en este sentido he pecado y les· he ofendido. · 3.-Ya propuse leer de cuando en cuando el libro que me indica y procuraré para tener presentes mis obligaciones; pero no sé si po– dré, porque me falta tiempo y cuesta mucho. Y aunque lo repitan en el refectorio, no siempre puedo atender a lo que se lee. V. R. cuide de enseñarme a vivir según.las leyes; y esto será lo más acertádo, por~ que yo hace mucho tiempo que no atiendo ni entiendo. más que una cosa: Dios; ni siquiera a la Santa· Regla. No estoy para nada, aun- (1) Se refiere aquí a ciertos _usos y costumbres que se habí_ap intro– ducido en la Comunidad y que al leer la obra del P. Ferreres se d10 cuenta de que eran contrarios a la disciplir:ia vigente de la Iglesia.
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