BCCCAP00000000000000000000806
¡Qué pena le daría hoy a Leonor el contemplar el poco aprecio que muchos tienen del rosario! Y, sobre todo, el ver que algunos - que por su misi6n sagrada tienen más obligación de fomentarlo- lo minusvaloran o tal vez lo desprecian, como antigualla inservible, contraviniendo de esta forma la doctrina del último Concilio, las reiteradas eüseñanzas de Pablo VI y el peso abrnmador de una tradi– ción multisecular! Y lo peor de todo es el escándalo, la con– fusión que siembran en el pueblo cristiano... ¡Señor!, ¡Señor! -podríamos repetir todos los días-, consérvanos clara la mente y d6cil el corazón para ver y acatar la voluntad de tu Hijo y honrar, como se merece, a su Madre. OTRAS DEVOCIONES Junto con estas devociones fundamentales al Coraz6n de Jesús y a la Virgen Santísima, Leonor cultivaba también otras devociones, muy justas y muy cristianas. Y la primera de ellas, la devoción a San José. La devoción al Patriarca San José pudiera ser para ella como el LUCERO DEL ALBA, pues así como éste se encuentra entre la luna que desaparece y el sol que comienza a aparecer, de la misma manera San José se encuentra entre María, luna celestial, y Jesús, verdadero sol de justicia, formando con ellos la Sagra– da Familia, la Trinidad de la Tierra. El hecho de haber sido consagrada -también desde su nacimiento- al Patriarca San José y a San Antonio, mani– fiesta bien a las claras que eran devociones de familia. De– vociones que forzosamente ella tuvo que cultivar - aunque 69
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz