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nave espacial puesta en órbita terrestre, que participa más directamente de la luz y del calor del sol al quedar aislada, por su altura, de los fenómenos atmosféricos: nubes, tormen– tas, contaminaci6n espacial, etc., que obstaculizan la acci6n del sol. Y ahora nos preguntamos: "¿Tuvo Leonor esa vida in– terior? ¿Fue alma de oraci6n y de mortificación? ¿Su espí– ritu religioso estaba unido al espíritu de Cristo y, por tanto, su apostolado externo era una consecuencia, una emanación, una verdadera eclosión de su amor a Cristo y a las almas? O, por el contrario, ¿era un mero sentimiento de humani– tarismo o, tal vez, una complacencia personal lo que la impulsaba a moverse en tan variados y difíciles campos de apostolado? RESPONDEN LOS SACERDOTES Para responder a estas preguntas hemos interrogado a no pocas personas que la trataron íntimamente. Y el prime– ro de ellos es su Director Espiritual, el M. R. P. Virgilio Revuelta, con el que se confesó y dirigió bastantes años. El Padre Revuelta es un sacerdote competente, muy espiritual, que ha ocupado cargos de gran responsabilidad dentro de su Orden y, por el alto concepto que de ella tenía, le ordenó escribir el famoso "Cuaderno Autobiográfico". Pues bien, el P. Revuelta, desde Roma, en donde reside actualmente, nos dice lo que sigue: "Su carta me ha traído un muy grato recuerdo; pero al mismo tiempo me ha puesto en un gran apuro. Llevo 42

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