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y pueden formarse un juicio más sereno. Para ello nos hemos entrevistado con ocho de ellos. Si en boca de dos está la verdad y su testimonio es suficiente para dar fe de un hecho cualquiera, más lo será el testimonio de ocho personas. Don JOSE FERNANDEZ CAOS, nuestro viejo amigo (familiarmente Penito), es P.1 primer alumno de Leonor que hemos entrevistado. Es hijo del Ingeniero de Minas Don José Fernández Menéndez y de Doña Carmen Caos. Dice que Leonor le dio clases de francés en La Escandelera, en la casa de Don Manuel Conde. Pepito añade que Doña Leo– nor era una gran profesora (y él un alumno sobresaliente). Después de la clase, Doña Leonor dirigía el rosario en casa, con todo el personal. Don RAFAEL MOUTAS MERAS, Abogado en ejer– cicio, calle de Santa Cruz, núm. 8, nos recibe un poco fría, aunque cortésmente. Primero parece no caer en la cuenta de Doña Leonor; después ya asiente y reconoce que Doña Leonor fue su profesora, y una profesora ejemplar. Dofia MARIA DEL CARMEN NANCLARES FER– NANDEZ. Recibió clases de francés de Doña Leonor de los diez a los trece años. Dice que Doña Leonor fue muy buena profesora y muy religiosa. Por ella se entronizó el Coraz6n de Jes{1s en el taller de costura que tiene en la calle San Francisco, núm. 13, y se comenz6 a rezar el Rosario todos los días. Este lo dirigía Doña Lolina Urfa, en presen– cia de todas las modistas. Lamentablemente, hace varios meses ha desaparecido tan laudable costumbre. Doña AURORA ALONSO FERNANDEZ, calle San 33

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