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la única garantía de la paz que tanto anhelamos ... Su vida está patentizada en el sermón de la montaña y rubricada en todas y cada una de las obras de misericordia, que todo cristiano debe saber y practicar... Es sencillamente la vida de una santa que vivió y murió en esta ciudad de Oviedo". De la fama de santidad de que gozaba la Hermana Leonor dentro de la Hermandad Franciscana, dan testimo– nio las Actas de dicha Hermandad, correspondientes a los meses de enero y febrero. El Acta del 15 de enero de 1961, firmada por el Padre Justo de Valdemora, como Director, y por el Hermano Esteban B. Lana, como Ministro y Secre– tario, dice: "La Hermana Tesorera dio cuenta de los miem– bros que durmieron en la paz del Señor durante el mes pasado, que son los siguientes: Hermano Don Pablo Balles– teros, por cuyo eterno descanso se dijo la misa de la Her– mandad, y Hermana Doña Leonor Pérez Docteur, de la cual se hizo un gran elogio de su caridad, piedad y pacien– cia, encomendando al Hermano Ministro mande una sem– blanza de dicha Hermana, muerta en olor de santidad, al "S f' d A ' " era m e sis . El acta de 19 de febrero de 1961, entre otras cosas, dice: " ...Después el Hermano Secretario presentó los recordato– rios de la Hermana Doña Leonor Pérez Docteur, muerta en olor de santidad, con la oración, para uso particular, para obtener su glorificación. Don Francisco, Presbítero, le hizo la observación de la conveniencia de que fuese aprobada por la Curia del Arzobispado, a lo que contestó el Hermano Ministro que ya se habían distribuido 600 ejemplares entre los obreros y enfermos del Sanatorio antituberculoso, que 146

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