BCCCAP00000000000000000000805
Y SE HICIERON COMO NIÑOS Admirable paciencia y tesón inaudito los que demostraron estos misioneros para aprender las lenguas de los indios. «Con los niños que ten(an por disdpulos , se volvieron niños como ellos para partici– par de su lengua , y con ellos obrar la conver– sión de aquella gente pequeñuela, en since– ridad y simplicidad de niños. Y así fue que dejando a ratos la gravedad y austeridad de sus personas, se ponían a jugar con ellos con pajuelas o pedrezuelas los ratillos que ten(an de descanso, y esto hadan para quitarles el empacho de la comunicación, y traían siem– pre papel y tinta en las manos y en oyendo el vocablo al indio lo escribían, y al propósito que lo dijo. »A la tarde juntábanse los religiosos y comunicaban los unos a los otros sus escri– tos, y lo mejor que podían conformaban a aquellos vocablos el romance que les pare– da más conveniente. Y aconteció/es que lo que hoy les pareda que habían entendido, mañana les pareda no ser así.» Si no lo testificara un cronista de tanta solvencia y veracidad como Mendieta, nos parecería mentira que al medio año de su llegada no sólo entendían a los que les habla– ban, sino que los mismos misioneros les pre– guntaban a los indios en su propio idioma, comunicándose unos con otros con mucho gozo y gran esperanza. Añade Mendieta que « Los primeros que la aprendieron y salie– ron con la lengua,fueron Fray Luis de Fuen– salida y Fray Francisco Ximénez , el cual después compuso artes en ella y con esta inteligencia y con ayuda de los más hábiles de sus disdpulos, que estaban ya muy for– mados en las cosas de la fe, tradujeron lo principal de la doctrina cristiana en el len– guaje mexicano, y ponían/o en un canto llano muy gracioso para que los oyentes as( lo tomasen mejor de memoria.» Visión pictórica de la gran ciudad de México por el pintor mexicano Diego Rivera. 36
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz