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PRIMERAS GESTIONES FRANCISCANAS PARA MÉXICO Cuando el Emperador Carlos V recibió las primeras noticias sobre la conquista del ANAHUAC por Hernán Cortés, surgió en su conciencia la obligación que sobre él re– caía derivada de la existencia del Patronato Real en orden a la evangelización de los na– turales que vivían en las nuevas tierras con– quistadas . Consulta con los Franciscanos con quienes tiene relación en Gante, entre ellos con Fray Francisco de los Angeles Quiñones y Fray Juan Clapión. Estos dos religiosos franciscanos habían obtenido ya el 25 de abril de 1521 la Bula «ALIAS FELICIS» del Papa León X, por la que se les concedía licencia para trasladarse a México , aún no conquistado plenamente, y dedicarse a las misiones entre los naturales de estas zonas. Pero fallece el Papa León X y su salida se retrasa más de lo previsto. Es elegido Papa Adriano VI, tan vincu– lado con Carlos V y con España. De este Papa consiguen una nueva Bula «EXPÓNI NOBIS FECISTI» el 6de mayo de 1522, por la que se les concedían a los Franciscanos y a otros religiosos facultades especiales para su ministerio apostólico en las tierras de misio– nes. Pero su salida para México se ve desva– necida por dos acontecimientos que iban a afectar de manera decisiva a estos dos reli– giosos. Fray Juan Clapión fallece en Valla– dolid y Fray Francisco de los Angeles Qui– ñones es elegido General de la Orden Fran– ciscana en el Capítulo que se celebró en Bur– gos el año 1523 . Aunque a Fray Francisco se le han cor– tado las posibilidades de ir de misionero a México , desde su cargo de Ministro General va a decidir la salida de la primera gran ex– pedición franciscana para las tierras del ANAHUAC EL GENERAL DE LA ORDEN FRANCISCANA ELIGE A FRAY MARTÍN DE VALENCIA En la Provincia franciscana de San Ga– briel celebraban Capítulo el 4 de octubre de 26 I523 . A él asiste el Ministro General Fray Francisco de los Angeles. Va buscando la persona idónea para encargarle la selección del grupo de msioneros que quiere enviar a México. Y allí encuentra, en el monasterio de Santa María del Berrocal de Belvís, a Fray Martín de Valencia que está esperando suene para él la hora de Dios en su vocación misionera. El Ministro General se fija en él , y «haciéndole un muy buen razonamiento » sobre cómo había sido descubierta y con– quistada la Nueva España y las muchedum– bres de gentes con las que había que trabajar para su conversión, y que le rogaba que él pasase a la Nueva España para evangelizar y convertir a los naturales que allí habitaban. No le fue muy difícil a Fray Martín de Valencia hacer la selección de estos compa– ñeros. En su provincia había muy buenos religiosos y todos con deseos de evangeliza– ción. Un historiador mexicano ha dicho que «vistas las cosas a lo humano pocos habrían elegido para cargo tan difícil a Fray Martín , viejo entonces de cincuenta años ... Pero Fray Martín era santo y, por lo mismo, el más a propósito para llevar una obra que toda era de Dios». Estos son los nombres de los DOCE FRANCISCANOS DE LA FAMA, como los reconoce la historia, que con delegación especial del Papa y con privilegios particula– res del Emperador habrían de pasar como misioneros a la Nueva España: FRAY MARTÍN DE VALENCIA, Cus– todio y Prelado de los demás. FRAY MARTÍN DE JESÚS DE LA CO– RUÑA. FRAY FRANCISCO DE SOTO . FRAY ANTONIO DE CIUDAD RO– DRIGO. FRAY TORIBIO DE BENAVENTE O «MOTOLINIA». FRAY JUAN DE RIBAS . FRAY GARCÍA DE CISNEROS. FRAY JUAN JUÁREZ. FRAY LUIS DE FUENSALIDA.