BCCCAP00000000000000000000804

Primer domingo «La escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón"» (Rom. 10,8) JESUCRISTO: EL SALVADOR La cuaresma no ha podido comenzar mejor. La carta de San Pablo es un pregón de esperanza, de misericordia y de salvación. Pensa– mos, frecuentemente, en la cuaresma como en algo triste, y es el camino imparable hacia la Pascua. La carta de San Pablo que hoy nos recuerda la liturgia es una de esas cartas que hay que releer, y que sería mucho mejor si la leyésemos toda junta. No en pequeños trozos, como la liturgia nos la entrega. Pues separada de todo el contexto del pensamiento paulino po– dría ser una verdad a medias, que entonces y ahora es la peor de las mentiras. Los hermanos separados se han servido de este texto y de otros similares para proclamar la salvación por la fe, y sólo por la fe. Lo cual es un grave error, aunque se puedan aducir textos como éstos y otros similares. Porque el mismo San Pablo nos habla a nosotros de la importancia de las obras de la caridad, de la lucha contra el pecado, de todos aquellos pecados que separan para siem– pre de la vida eterna. Por tanto tengamos en cuenta la fe, pero sin olvidar las buenas obras. La fe sin las obras no vale, y las obras sin la fe nacen muertas. Se da aquí la ley de los vasos comunicantes. Pero descendiendo al terreno práctico tenemos que reconocer todos que el verdadero Salvador es Jesucristo. El ha venido para salvarnos. El lo ha planificado todo para la salvación de las almas. La redención, los sacramentos, la Iglesia, todo fue planificado por El para nuestro bien. Lo que importa es que lo aprovechemos. 32

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz