BCCCAP00000000000000000000803

-94- Durante el día las religiosas llevan una vida de hermético ence– rramiento, pero por la noche, protegidas por la oscuridad, pueden res-· pirar un poquito el aire de la calle y para ello salen a los balcones. A la fina observación de Sor 1f ª del Sagrario, atenta siempre a captar los momentos espirituales más simpáticos de nuestra herma– na, debemos el siguiente: Durante los cinco a seis días que estuvie– ron en el piso, antes de colocarse en casas particulares, solía salir por la noche al balcón esta religiosa y Sor Beatriz. Allí con los corazones prensados por la nostalgia del convento abandonado y por la negra perspectiva que se abría a su futurot nuestra hermana y Sor Sagrario platicaban de cosas espirituales. Hablan de lo agradecidas que deben estar a Dios por el benefi– cio de la vocación-precisamente en los momentos en que por ser religiosas están sufriendo los mayores atropellos-. Las dos recono– cen que no han sido lo suficientemente generosas con Dios y siem– pre terminan aquellos coloquios, en el balcón y mirando· al oscuro firmamento que envuelve a Madrid, signo del futuro incierto, con las mismas palabras: «¡Dios mío, si volvemos al convento cómo vamos a serl» ... Comunismo de los marxistas Los saqueos de las casas particulares empiezan a adquirir pro-· porciones aterradoras desde que los milicianos se hacen dueños de la situación. · Entran en pandiilas pistola en mano y se llevan lo que les pare-· ce. Hay muchas ocasiones en que les place todo. Ya están organiza– das las primeras checas y empiezan las detenciones ilegales. Estamos ante los chir.ridos escalofriantes .. de los autos que bruscamente se detienen a las puertas de las casas y ante los primeros timbrazos es– pantosos. Se inicia la saca de ciudadanos honrados, de patriotas intacha– bles, de caballeros, de damas que son objeto de las mas viles violen– cias. Se cargan con ellos los automóviles de la muerte. Unos se diri– gen a la carretera ds Fuencarral; otros a la de Francia. Nadie de los que vivieron en Madrid aquellos trágicos días, po-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz