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-•60- tebrero del treinta y seis, la hermana de esta religíosa-'-eh cuya casa se hospedaban-quiso hacerles una fotografía. A Sor Beatriz hubo que decirla en el momento de sacar la foto: «Señorita, póngase usted más seria>. Para amenizar las recreaciones no perdonaba medio alguno con tal de que no fuera mortificante para alguna de sus hermanas. Nunca hizo reir en los recreos a cuenta de las demás, sacando a relucir sus defectos. Tal manera de proceder es simplemente una fal– ta de caridad más o menos camuflada y nuestra hermana no cometía una falta de caridad por nada del mundo. Ya vimos antes cómo las religiosas hacen resaltar en sus testí.;. moníos que el trato de Sor Beatriz con las demás «era lleno de cari– dad, que era delicadísimo con todas y que fué por esto muy querida de toda la comunidad». Y es que Sor Beatriz tenía otros recursos más inofensivos.. Con-· taba sus propias peripecias porque sabía que esto no mortificaba a nadie. En un recreo cuenta cómo a.l despedir a su padre e ingresar en clausura entra llorando, que una religiosa le .<lió una fruta y quedó tan contenta. En otra ocasión divierte a las religiosas comentando las veces que al principio hizó «pucheritos», cuando alguna de las religiosas le dirigía en recreo alguna palabra un poquito más fuerte. Solía también comentar lo que le ocurrió con D. Mauuel Zapíco. Vino a visitarla y quiso ella hacer exhibición de sus progresos en música. A pesar de hacerlo en una habitación contigua al locutorió no la salieron más que «gallitos» ..... A veces Sor Beatriz ponía en juego su ingenio para hacer reir santamente a las demás. Cuando la emprendían las demás religiosas con su estatura un poquito pequeña, ella se defendía del siguiente modo: «Cogía dos pajas una larga y otra un poco más corta y decía: «Miren a la paja larga, se la sopla y se dobla, a la corta se la sopla y resiste firme; pues así ocurre con las personas». Una de las veces en que se dispensó el silencio en el comedor, cierta religiosa recitó una poesía original muy bien hecha y al ter– minar Sor Beatriz se levantó e improvisó estos versos:
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