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-17- insepar¡:tble de nuestra hermana en estas pcasiones, C:ua11do yo la pregunté sobre el particular me respopdió con admiral)le gracejq: «¿Que si gustaba cantan9q? Eso ni se pregunta». · Una joven con )lermosa voz gozc1 de cierto ascenqiente ep. ~1 pueblo. Para darnos una idea exacta de .esta significación hay que tener m cuenta las costumbres característicás de cada pueblo en este aspecto. En Nava de los Caballeros los días de comuniones ge– nerales, en las fiestas y sobre todo en el Rosario los días de Mayo se solemniza con alguuos cánticos ya tradicionales. La forma en que se desarrollan estas funciones religiosas es el sigµiente: Dos jóvenes....:...colocadas en un lugar señalado-entonan y continúa el pueblo. Cuando el cántico tiene varias letras, las jóvenes cantan las distintas estrofas y e1 pueblo repite un mismo estribillo. Este papel de directoras de coro las da como es obvio cierta su– perioridad sobre las demás. Los ancianos del pueblo recuerd;m per– fectamente la serie de cantoras que se han ~ucedigo en .el pueblo desde que ellos enm «rapaces». , " Nardsa formó parte de este grupo de t,mtoras desde que fué un poquito mayorcita-doce o trece años.--De órdinari0+ no solían pa– sar de tres y por el unánime testimonio de sus compañeras •Y de los c}el pueblo, na~He como ella dejó tan gratos recuerdos en estas actua– ciones. Y desde luego ninguna sacó tanto partido de esta cualida.d artística. Como veremos después,.gracias a ella .pudo ver realizados sus deseos de ingresar religiosa. Pero yo creo que además de las cualidades naturales verdacle~ ramente excepcionales que poseía, en el fondo de esas peqúeñas ex-, hibiciones artísticas de Narcísa, late «un algo» rriu¾ personal suyo. Parece indicarlo los calurosos encomios de cuantos la conocieron. Este «algo» pudo ser su vida espiritual, vivida· con la intensidad que es capaz una muchachita de pueblo sin grandes ideas sobre la. vidc1 espiritual pero que se entrega a Dios con el ardor, la sinceridad y la confianza de un niño. La vida de Narcisa ~s una vida orienta.da totalmente hacia_ Dios desde los primeros años; paralelo a su progresivo 'dis.cernimiento de las cosas y su dominio del Catecismo crece en ella el amor ele Dios y se dedica con verd~dero entusiasmo a las prácticas de piedad, Esta vida espiritµal intensa unida a su habitual recogimiento tenía qucdnfluir necesariamente en .sus actuaciones. 3

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