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-100- pedí perdón y con la sonrisa de siempre me estrechó la cabeza con sus manos diciéndome que en nada le había ofendido y por lo mismo no tenía por qué perdonar». Sor Beatriz vivía relativamente segura en casa de los hermanos de Sor M.ª del Sagrario, pero no creamos que se arrojó en brazos de una confianza bobalicona. · A través de las mil vicisitudes que atravesó su existencia pre– dominó siempre en su alma un sentimiento .de que Dios la destinaba para el martirio. En ello había tal vez algo de sobrenatural, pero sobre todo la marcha de los acontecimientos no dejapan mucho mar– gen a la ilusión. En una circunstancia en que los hermanos de Sor M.ª del Sa– grario le propo::-cionaron un abrigo rojo dijo en tono sentencioso– «Este será mi mortaja». Y en efecto asífué. Ciertos acontecimientos dentro y fuera de casa eran suficientes por otra parte para conservarla en guardia. El mes de agosto se abrió con un panorama aterrador para Es– paña y de una manera especial para Madrid. El número de cadáveres que se encontraban diariamente por todas partes al romper la ma– drugada se elevaba a varios centenares. El espectáculo que ofrecía el cementerio del Este era verdadera– mente macabro y eso que no figuraban en el cementerio oficial todos los «paseados>. Los mílicianos .abrían fosas donde l.es convenía y allí enterraban por su cuenta y riesgo sin dar comunicación de ello a nadie, con lo cual resultó que muchas personas desaparecieron sin que sus fami– liares encontraran la menor huella de los secuestrados. A medida que el gobierno comprendió la total inutilidad de sus esfuerzos y advertencias, fueron disminuyendo las comunicaciones al público y se dejó libre paso a todo lo que las bandas de asesinos quisieran hacer y deshacer. Vino entonces el desarrollo de la campaña de asesinatos en gran escala. Es también la época en que empiezan a hacerse triste~ mente célebres las checas de Bellas Artes, de Fomento..., las brigadas de García Atadell, de Méndez, del Amanecer. No olvidemos tampoco que el 22 de agosto del 36 ocurre la gran matanza de presos indefen– sos en la Carcel Modelo que horrorizó a toda Europa y provocó una protesta de todos los representantes diplomáticos en Madrid.

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