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80 - dentro de una naturalidad tan fresca y espontánea que derrama en su vida la gracia y la simpatía in· .corruptibles. Pero en esta ocasión María se nos muestra como Madre de la divina gracia. El don que abunda en ella, la llena de gracia. Y el don que descuella sobre todo don es Dios. La gracia es el don de Dios, su vida. Vida que participamos de Cristo. Cristo la merece, nos la me– :rece y María nos la distribuye. Lo hemos visto en Juan. Recibe la visita de María con el Hijo y queda lleno de la gracia de Dios que concluye en santidad y en alegría. La gracia. Hoy nos suena a algo vacío y hueco. Casi nos hace sonreír. Lo creemos, pero a mediq5. ..No le damos importancia. Se nos hace fantasía ,e imaginación. Por lo menos no le prestamos atención :para pensar en serio. Y es el gran don de Dios. Cuan– ,do más, v,emos el don de Dios como algo que viene a caer en frase bonita, idea sublime, algo estupendo pero abstracto y como no lo palpamos y no lo vemos .lp creemos irreal e inconcreto. No . nos entran los misterios. Sin embargo la existencia de la gracia de Dios, ,Ja concretez dentro de nuestras almas y la realidad de su obra santificadora en nosotros es maravillosa. Nuestra almá vive. No está muerta mientras no asestemos en ,ella el golpe duro y frío del pecado. Nuestra alma vive con la vida de. Dios. Por Ja gracia participamos de su misma ·vida. · La gracia es un don gratuito de ·Dios. AlgÓ que ·El nos da porque quiere y porque nos ama: Y 'es···un ..don sobrenatural, es decir algo que está por ,encima r:ae··las éxigencias que puede tener nuestra rtaturafo-

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