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- 237 .Porque, que esto lo hagan los paganos, los que no .creen... En este mundo de injusticias y de materialismo, es hora de preguntarnos si hemos aprendido el prin– .cipio básico del Evangelio de Cristo: la Paternidad de Dios, su Providencia, y la confianza ilimitada en el Padre. ¿Y la hermandad universal? Segundo puntal de la doctrina de Cristo. Y si algo .supone la hermandad es la unidad de vida y cora– zones. Unidad que procede de la misma filiación di– vina. Esto es verdad. Cristo afirma que uno mismo es nuestro Padre, Dios, que está ,en los cielos. San Pablo prosigue diciendo que una misma es nuestra fe, uno mismo nuestro bautismo y una misma nues– tra patria, el cielo. Y todo porque una misma es la vida que corre por nosotros, la gracia . de Cristo. ¿Pero hemos comprendido los cristianos esta her– mandad universal? Porque en la realidad se ve un fracaso rotundo. La verdad es que lo hemos aprendido en el catecismo, en las clases de religión o en los círculos de estudio. Pero yo diría, si se me permite hablar tan burdamente, que no nos ha entrado más .adentro que la piel de nuestro cuerpo o, cuando más, nos ha rozado la superficie del alma. Eso, por lo me. nos, parece reflejar nuestra conducta diaria. No se comprende de otro modo esta indiferencia ante la situación moral y económica de tantos hombres y mu– jeres, hermanos nuestros. Cuando más, hemos con– fundido •el espíritu de caridad, virtud teologal, puntal -del cristianismo, con uno de sus frutos que es la limosna. La virtud de la caridad es algo más fundamental

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