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- 227 Como en los tiempos de Jesús, hoy se encuen– tran hombres que parecen orientar su vida hacia el materialismo. Hombr-es de ciencia empeñados en lu– char contra Jesús. Artistas intentando buscar la be– lleza fuera de Dios. Y todos sabemos que si algo pue– de satisfacer plenamente las conciencias humanas son los caminos del espíritu orientados hacia Dios. Hasta las mismas masas .obreras son arrastradas por este materialismo, quizás acuciadas como están por las necesidades económicas, pero en el fondo acucia– das por el más perverso de los materialismos y que les ha negado por el comunismo ateo. Es una pena, pero a Cristo le han desterrado de la técnica porque la técnica no tiene que ver nada con la religión. Y le han desterrado de la ciencia po:rque las ciencias y la filosofía son independientes, raro privilegio del pensamiento humano, bastante libre y bien formado para andarse por los mundos del espí– ritu. Y le han desterrado de las artes que tienen co¡.. mo única finalidad los goces del espíritu y los ins– tintos de los sentidos. Humanismo descarado, casi despiadado. Y a todo hay que dar una explicación: hay que buscar la felicidad. Y la felicidad se la encuentra an– dando por caminos libres, hechos a medida del hombre ya que el hombre es el vértice y el centro de la crea– ción. El solo, el. hombre, llena este mundo y a él de– ben referirse todas. las cosas. Porque Dios, Cristo, son nombres que nacieron en la época rudimentaria del. psnsamiénto humano y la religión, asevera el co– munismo, hija perversa de esta lacra del capitalis– mo que le ha nacido a la humanidad. Excusas que no se sienten, pero tonterías que hay que decir para legitimar su postura ilógica e inhu– mana. Teoría materialista de la vida, fantasía del

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