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CAPITULO XVII MARIA EN LA VIDA PUBLICA DE JESUS La vida oculta de Jesús, dedicada al trabajo y a la. rutina de una vida igual y sin relieve, vida de hu~ mildad y de obediencia, desemboca, como un río con"' tenido al que se le quita el dique que lo apresa, en la. manifestación maravillosa de su Persoráalidad me– siánica. La lección extraordinaria de humildad y de sacri-· ficio; de recogimiento, concretizada en la plasticidad de un •ejemplo callado y suave, se hace ahora lección de Maestro consumado y ,conductor perfecto de pue-• blos y de siglos. Esto es ·verdad. Pero también hemos de afirmar que la vida de María en este punto corre un riesgo, distinto. María aparece como borrada y desdibujada en las páginas del Evangelio. Es como si desapareciera. Hasta ahora la vida de la madre, de María, ha ido, unida a la vida del Hijo. Los Evang•elios, sobre todo el de Lucas, nos la han pintado con el Niño en los: brazos o en la cueva de Belén. La vimos subir al Tem– plo de Jerusalén y huir a Egipto. Ahora se nos oculta hasta el punto de tener que· adivinar su figura en fa.

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