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'208 - ,Jesús. Había comenzado su camino. Lleno del Espíritu Santo, fue llevado al desierto donde permaneció en ayuno y oración cuarenta días seguidos y al final fue tentado por el demonio. Un cara a cara con las con– cupiscencias de la carne, la soberbia de la vida y el brillo de las riquezas. Buen comienzo para una vida de ministerio, de perdón y de sacrificio. Camino de misericordia que comienza con la victoria sobre el demonio, el hombre malo y sin entrañas. El ángel ,que no conoce el Amor. Comienza su vida de predicación y hace sus pri– meros discípulos. Fueron éstos Juan, Andrés y su her– mano Simón a quien llamó Pedro. Después Felipe y más tarde Natanael, el buen israelita en quien no -encontró engaño ni hipocresía. Mientras tanto no sabemos si llegarían a María las noticias de su Hijo. Corrían ya de pueblo en pueblo, por las orillas del Jordán, las palabras que Juan había dicho de Jesús, proclamándolo como el Mesías y el Salvador de Israel. He aquí el que quita el pecado del mundo. María, por aquellos días, se encontraba segura– mente en Caná de Galilea. Había sido invitada a unas bodas y es probable que se encontrara en ellas o haciendo sus preparativos. Es, pues, probable que lle– gara a sus oídos lo que se decía de Jesús. Los co– mentarios sobre sus discípulos y más concretamente de Natanael. Este era natural de Caná y parece natu– ral que se comentara en el pueblo la decisión, del joven. Era discípulo del nuevo Rabí, Jesús de Nazaret. Parece lo más probable. María no se extraña, por lo menos no lo dice el Evangelio, cuando ve acudir a Jesús a las bodas, acompañado de un pequeño número de discípulos. Comenzaba a correr de boca en boca el nombre de Jesús, el Rabí de Nazaret.

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