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-145 de Dios es que un día y para siempre resplandezca la verdad con toda crudeza. Por eso ante tanta ;farsa y tanta postura de estu– die, de camerino, ante tanta comedia, hipocresía, in– sinceridad y falta de verdad. Cristo -Verdad y Vida– se levanta corno bandera para que salgan a luz los pensamientos oscuros y el corazón fingido de muchos comediantes. Y esto para que se divida la gran Babel del pen– samiento y del sentimiento humano que quiere apa· r.entar unidad y fuerza que no existen. Cristo bandera, signo al que hay que seguir .con cariño o apedrear con odio. No es otra la misión de Jesús, según nos declara el anciano Simeón. Podrá haber quien pase por este mundo sin pena ni gloria, sin recibir una palabra de amor o una pe– drada de odio, en indiferencia absoluta. Cristo ha ve– nido al mundo y pasará por él como una bandera a la que habrá que odiar o bendecir. No cabe la indi– ferencia. Lo hemos visto a través de la historia y lo estamos experimentando en nuestros días. Y ,eso por– que Cristo encarna no una doctrina ni una filosofía ni siquiera una religión de escuela, sino porque en– traña una vida. Y ante la vida no se puede perma– necer indiferente, de mero espectador. Hay que inte– resarse por amarla o despreciarla. Igual que ante una bandera. Y del amor o del odio, que puede reducirse a· un amor en sentidos contrarios, nace la ruina o la vida. Del amor nace la vida como del odio nace la r.uina y la destrucción. La espada, de Marfa. «Tu rni,sma alma quedará'atrav,esada por una es– pada)). Dolor de madre. Esta sería la mejor definición 10

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