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1.38 - plido la Ley del Señor y está limpia a los ojos de los hombres. Y quedó llena de regocijo, fuerza intensa, como si le subiera desde el fondo del alma un soplo divino. Psícología de renovación. Se siente nueva, más cerca ,de Dios. Siente paz y descanso. Ha cumplido con Dios, ·en su rito, y ahora Dios le sonríe. Porque tan sola– mente Dios conocía el misterio de su alma y el mi– lagro de ,su maternidad. Presentación del Niño y rescate. Ahora es José quien se adelanta con el Niño en los brazos hasta una de las puertas del atrio de ·los ·sacerdotes. Se le acerca uno de los sacerdotes y toma al Niño que casi arropa entre los abundantes pliegues de su túnica. De cara al Santo de los Santos hace un ademán de ofrecimiento a Dios. Después se lo de– vuelve mientras recita la bendición del ritual judío. José pone en sus manos las cinco monedas de plata y abraza al Niño que tiene recostado contra el corazón. Todo sucedió como con los demás niños. Pero el misterio era profundo y los ojos no alcanzaron a ver la realidad. Jesús no fue rescatado. Dios no lo de– volvió ni a José ni a María. Dios lo recibió como primicia del Holocausto que consumaría en la Cruz. Cristo no había venido para ser rescatado sino para rescatarnos. Cristo no había venido para vivir en la paz y concordia de una familia sino para hacerse hos– tia y sacrificio agradable a Dios. María adoró el profundo significado de este ofre– cimiento. Ella lo sabía perfectamente bien aunque no descifrara el misterio todavía. Ella había medita.do en sus largas horas de reflexión y contacto íntimo con