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CAPITULO XI LEYENDAS Y TRADICIONES De cómo se formó el cerro de La Teta y por qué la tierra y habitantes de ia Guajira se parecen a los de Paraguaná. Hace mucho tiempo vivía junto a las sierras de Cojoro un cacique indígena llamado Nechs, de dura cerviz y corazón malévolo, que a sus subordinados maltrat aba con injurias y amenazas y despóticamente los esclavizaba haciéndoles la vida poco llevadera y si por cierto muy amarga. De aquí que al– gunos descontentos, de común acuerdo, determinaron desen– tenderse de tan mal señor y escapar a tierras más acogedoras. Aprovecharon para la fuga las altas horas de la noche y saliendo de la ranchería, sin ser notados, 1:;e pusieron en ca– mino llegando al Golfo de Maracaibo; pero el mar les impedía el paso. Invocaron entonces a su Guará, su dios, para que les ayudara en tan difícil trance y este los favoreció secando el mar, pudiendo, sin mojarse y a pie enjuto, atravesar el golfo y pasar a la península de Paraguaná. Cuando a la mañana siguiente el malquerido cacique se dió cuenta de la huída de los guajiros, salió en su persecución para apresarlos y hacerlos volver. Mas para saber qué ca– mino habían tomado se subió a un alto cerro que estaba cer– cano y pudo contemplar, con ira y tristeza de su alma, que los fugitivos se hallaban sanos y salvos al otro lado del golfo en tierras de Paraguaná. Lleno de rabia y despecho pdr no poder seguirlos y prenderlos ·ya que el mar se lo impedía, los -97-