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pobres "chinas". Aún hoy se dan casos de "trata de indias", aunque no sea con la frecuencia de antes. Esta se diferencia de la compra que el g·uajiro hace de su pr,opia mujer con fines matrimoniales. Hubo también en fecha no lejana, "trata de indios", consistente en la compra de guajiros, que eran embar-– cados para el Catatumbo, Escalante, etc., donde eran vendi– dos a ricos hacendados, que los tenían trabajando en sus "ma– teras" como esclavos. La mendicidad. En las grandes sequías de la Guajira mu– chos indios pobres emigran a Perijá, donde abundan las tierras fertilísimas; allí se dedican al pastoreo y agricultura, ya como peones, ya como propietarios de pequeñas parcelas. En cam– bio los que se quedan en las inmediaciones de Maracaibo~ Tierra Negra y Ziruma, etc. , viven frecuentemente de lamen– dicidad y de la hol'ganza o lo que es peor t odavía, del vicio. Quien haya visitado los caseríos antedichos habrá podido ob– servar cómo algunos indios se pasan la vida recost ados a la sombra de un cují, mientras las "chinas" con la cara pintada de negro van a Maracaibo, preferentemente los sábados, y re– corren las calles, plazas y avenidas ... pidiendo limosna de puerta en puerta. ¡Qué baldón para la raza guajira, tan fuerte y trabajadora! La esclavitud. Todavía existen restos de esclavitud en la Guajira. ¿Causas? La orfandad, la insolvencia o pleito per– dido. Si un niño s,e queda huérfano de padre y madre, lo re– cogerá algún parient e cercano o indio rico; pero no para te– nerlo por hijo de familia, sino como esclavo para servirles día y noche y por toda la vida en las faenas más duras de la casa. Lo mismo sucede cuando alguien pierde un pleito y n o tiene con que pagar las costas: será esclavo de su adversario toda la vida sin compasión ni miramiento alguno. Caso curioso. En 1949, en nuestra Visita Pastoral por la Alta Guajira, una pobre madre guajira se acer:.-:ó a nuestra coTüitiva para que le hiciésemos justicia. Un individuo de su familia había robado una vaca en aquellos días y el dueño del animal en justa compensación robó un hijo de siete años a la familia ofensora y se lo llevó a donde él vivía. Por medio del - 90 -

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