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ranos fuer t es; el ganado de sabana se sostiene con yerba y hojas secas principalmente, y las cabras y ovejas completan su "menú" con corteza de cardones, los que desconchan con tanta habilidad, que sus largas, punzantes y apretadas espi– nas no logran hacerles mayor daño . Las cabras suelen traer dos crías por parto, y no son raras las que traen hasta her– mosos "trillizos", algunas dos veces al año. Los precios oscilan y tienden a subir por la creciente de– manda de venta para Maracaibo. Cabras y ovejas de tres a cuatro meses pueden valer 10 a 14 bolívares; ya mayores y hechas, de 20 a 30 bolíva res , según tamaño y gordura. Cuando se compra todo un rebaño de 100, 200 ó más cabezas, se va– loran, unas con otras, a 8, 10, 11 bolívares, según las circuns– t ancias. Burros jóvenes, a 20 bolívares; mayores, 40 bolíva– res. Caballerías jóvenes, unos 100 bolívares; mayores y ya de montar, 200 bolívares y hasta 300. Entre el ganado vacuno , los añojos, unos 80 bolívares; los mayores, de 200 a 300 bolí– vares, según la clase. Este ganado, en general, es de tamaño pequeño , per9 aguanta bien los veranos, no faltándole agua, y se conserva durante ellos gordo, contribuyendo no poco la ausencia de garrapata~. en t oda la Guajira, a excepción de la región próxima a los Montes de Oca o zona de los bosques, según nuestros conocimientos y experiencia. De gran utilidad sería a los indígenas la cacería de la región , aun cuando el solo arco y flechas de que disponen no se presta mucho a ello, pero las frecuent es excursiones de cuadrillas de cazadores bien equipados, procedentes de Ss.n ta Cruz de Mara, recorren todos los campos desde Arepeta a la frontera colombiana ultimando en forma exhaustiva y alar– mante toda clase de aves, conejos, venados y cuanto encuen– tran sus certeras escopetas. En solo cuatro días, en noviem– bre de 1949 cazaron 1.500 palomas tor caces, que vendieron en Maracaibo , a bolívar por pieza. - 118

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