BCCCAP00000000000000000000796
El cojo qu perdió las muletas STA es la historia del hombre que perdió las muletas. Se levantó, quiso dar un paso y cayó de bruces al suelo. No se dio cuenta que ha– bía perdido las muletas, que era cojo, y no podía andar sin apoyatura. Había incorporado a sí mismo de tal manera las muletas, que al faltarle, ni siquiera lo advirtió y hasta golpearse contra el suelo no cayó en la cuenta que las muletas no eran su persona. Muchos hombres y mujeres no sabrían tam– poco hablar, si dejaran de usar una serie de tacos, frases hechas, interjeciones y adverbios que emplean como soporte, apoyo, arrimo y estribo para hablar de cualquier cosa. Haga la prueba. Prohíbase usted, un día, por ejemplo, el uso de frases como «a nivel de... », «en profundidad», «fundamentalmente», «bueno», «yo diría que... », y toda esa serie de tacos y expresiones, llamadas «malsonantes» que repite cada cinco palabras para afirmar enérgicamente lo que dice..., y comprobará, como el cojo que perdió las muletas y no podía andar, que usted no sabe hablar. Los «tacos», «las frases hechas», «la palabra de moda», son ni más ni menos, apoyaturas, muleti– llas, prótesis del lenguaje para los «co¡os de expre– sión», los que no saben hablar. También resultaría experiencia importante preguntarse qué sería de la fe de muchos cristianos, si le quitáramos el uso repetido de «apoyos» y «mu– letillas devocionales». ¿Habrían encontrado a Cris– to? 75
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz