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Tiempo al tiempo F UI a ver una obra de teatro, acompañado por unos amigos y una hija de éstos, joven, que conocía a la taquillera. La joven le dijo a la taquillera_: -«¿Oye, no te desesperas de estar aquí tanto tiempo?». _ -«No, es mi traba¡o -le contestó-. En cual– quier sitio tendría que aguantar lo mismo». La constancia, el trabajo, el dar tiempo al tiempo, el saber que cada cosa tiene su ritmo nos evita toda clase de desesperanza. La medida del tiempo trae el fruto del trabajo. - «Dios ha dicho al cuerpo «vive» y al alma «espera» (Selgas). Es decir que la misma alma ha de madurar con esfuerzo y pasión en la esperanza. La esperanza es como un préstamo que se hace a la felicidad, al premio, al sueldo, al fruto, al éxito. Lo dijo bien el poeta: «Quien espera desespera dice el adagio español, hecho de carne y de sol y flores de primavera. Desespera quien espera satisfacer la ilusión, cantándole una canción al tiempo que le separa de alcanzar lo que esperara sin esfuerzo ni pasión». (F. Galí) 45