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Todo un ejemplo L A vida está tan llena de curiosidades y anéc– dotas, como el campo de flores, y cada uno extrae de ellas, como la abeja de las flores, una libación distinta. · Leí un hecho curioso: Un universitario alemán sacó de la biblioteca de Berlín varios libros para consulta. Pero se dio el caso, que antes de terminar de leerlos, la ciudad fue dividida en dos por el famo– so «Muro de la Vergüenza» y el estudiante quedó confinado en el Berlín Oriental. Durante treinta y ocho años el joven, hoy hombre entrado en edad, ha guardado celosamente los libros y al abrirse el «Muro de Berlín», lo primero que ha hecho ha sido dirigirse a la biblioteca y entre– gar los libros que sacó para consulta hace treinta y ocho años. ¡Todo un ejemplo!, del que cada uno puede sacar la conclusión que quiera, pero siempre quedará de manifiesto la honradez y delicadeza de este hombre. Se me ocurre pensar en las palabras del Evangelio: «El que es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho». Y es que donde se manifiesta la cali– dad de las personas es precisamente en el detalle, en lo que parece insignificante, en aquello que, por baladí, nadie nos exige ni nadie conoce, y que sólo la propia conciencia nos arguye que debemos ha– cer. A esto se llama buena formación. 39